La profecía de 1840 de una Monja Clarisa sobre Filipinas


----Sí. Esa es la interesante y famosa profecía de 1840.---Decía Doña Adela con aire autoritaria.
A Lourdes le interesó el tema y se sentó en una silla cerca a las de sus tías. Se quitaba de la cabeza la mantilla blanca mientras su tía Matilde decía:
----Se trata de la Virgen de Guadalupe, la Virgen del Pilar y la Virgen del Santo Rosario…

-----¡Sí! ¡Es la profecía de las tres Vírgenes!----recordaba Doña María
A Lourdes se le ocurrió que este tema bien le podría interesar a su hijo Felipe. Pidió a una de las criadas que le llamase.
----Un momento tía María, quiero que Felipe oiga lo que vas a contar. Ya viene.
Unos momentos después el casi treceañero de Felipe venía a la sala, seguido por sus dos ayas, Imáng y Julieta.
----Felipe, ven. Quiero que escuches lo que tus tías abuelas Maria, Matilde y Adela nos van a contar. Es sobre una profecía que se dijo en 1840. --- le dijo Lourdes a su hijo.
----Si mami. Me gusta oir cuentos así…-contestó Felipe y se sentó en otra silla antigua cerca de su madre y sus tías abuelas.
En el próximo juego de sillerías de Luis XV estaba sentada, abanicándose, Doña Rosa.
Más allá Don José estaba reclinado sobre su silla-diván de fraile sorbiendo un vaso de leche de coco fresco y con las patas puestas sobre los brazos de dicha silla.
----La Virgen de Guadalupe simbolizá en Filipinas a la raza indígena. La Virgen de Guadalupe apareció después de todo en México como una princesa azteca, es decir como una princesa indígena ante un indio mexicano, ante un indígena mexicano, Juan Diego. Pues al crecer e instalarse su devoción en estas islas, la misma Virgen de Guadalupe llegó a representar, dentro de lo filipino, a las razas indígenas de estas islas. La Virgen de Guadalupe representa, en otras palabras, a los grupos étnicos originarios de estas islas como los tagalos, los pampangos, los ilocanos, los bicolanos, los bisayas, los lumad, o los que no son musulmanes de Mindanao, y a los cuyunin de Palawan o Paragua.---- explicó muy enfáticamente Doña Matilde.
----La Virgen del Santísimo Rosario, ----dijo casualmente Doña Adela, o Uda, ---- representa lo chino y japonés, es decir, lo asiático dentro de lo filipino en estas islas. Los chinos y japoneses atraidos a Filipinas por el comercio de los galeones, entre Acapulco y Manila, vinieron a vivir entre nosotros. Y. al aceptar al Rey de España como su natural soberano se hicieron españoles como todos nuestros indígenas. Con el tiempo se asimilaron a lo español y a lo filipino y a la larga quedaron, y quedan, como una influencia más dentro del contexto filipino. Y para representarles está la Virgen del Santísimo Rosario que, dicho sea de paso, fue tallada en marfil, por un chino cristiano y siempre fue el objeto de la devoción de los chinos cristianos, luego filipinos, igualmente originarios, de Binondo, Santa Cruz, Quiapo y todos los sectores de mestizos, los parianes y pariancillos de Filipinas.
----¡Qué interesante es el papel de los chinos cristianos en Filipinas, Tía Adela. Como bien saben, mama, Felisa Celo, es descendiente del tatara-abuelo Mónico Sinloc o Locsin. ---- observó Lourdes.
----- Lo sé Lourdes, ----contestó Doña Adela. ----Como los criollos de españoles, los chinos cristianos por su participación en el comercio de los galeones que viajaban entre Manila y Acapulco, también se les consideraba “felipenos” puesto que pagaban tributos, o impuestos, al Rey Felipe de España. Los que pagaban tributos a dicho Rey en aquel tiempo eran “los felipenos”.
----Así que el chino cristiano que participaba en aquel comercio de galeones ya era filipino.---- casi exclamó Lourdes.
----Y son los dominicos españoles, los de la Orden de Predicadores, los que se encargaban de su evangelización y educación como filipinos y súbditos españoles. Los dominicos, además de fundar la Univdrsidad de Santo Tomás y el Colegio de San Juan de Letrán, eran los que establecieron en Filipinas la primera imprenta. Y tuvieron por colaboradores directos a chinos cristianos como Juan de Vera Kenyong y Tomás Pinpin que publicaron libros en chino y en español como Shilu y la Doctrina Cristiana en lengua y letra china. Los chinos al cristianizarse también se hispanizaron adoptando al idioma castellano como su propia lengua. Por eso, su Patrona y protectora es la Virgen del Santísimo Rosario cuya imágen en marfil fue tallada por un chino cristiano. Por eso, esta Virgen representa la participación de los chinos cristianos en el desarrollo de la nacionalidad filipina.
----¡Qué preciosa erudición tiene usted Tía Adela! — exclamó
Lourdes con mucha admiración.
----Y la Virgen del Pilar, ----intervino con la misma autoridad Doña María,---- representa lo filipino como creación de lo hispano. Tanto lo indígena como lo chino y japonés al cristianizarse e hispanizarse se hizo netamente filipino. Con el tiempo se mezcló con lo español y lo indígena cristianos y para simbolizar el papel que desempeña dentro del mismo contexto filipino, lo hispánico en estas islas queda simbolizado por Nuestra Señora del Pilar, patrona de la unidad filipina por medio del idioma español y la cuatricentenaria cultura católica de estas islas cuya avanzada es la Real y Pontificia Universidad de Santo Tomás que, con la de San Carlos, es anterior a las más viejas universidades de los mismos Estados Unidos. ¡Tomen nota!
----Entonces mami, por mi abuelita Felisa, tengo algo de chino mezclado con lo bisayo y lo español.---- interpuso Felipe.
----- Sí querido. Tu eres un mestizo terciado porque tienes de indígena bisaya, de chino y de español en tus venas. Por eso eres puro filipino y más aun proque todos somos católicos cristianos por España, nuestra Madre Patria. Y el sacerdote y misionero dominico español es uno de nuestros principales evangelizadores y educadores. Nuestra Patria, Fiipinas, mucho debe a los dominicos que también fundaron municipios en muchas partes de Filipinas y hasta en las lejanas y norteñas Islas de Batanes. ---- le advirtió Lourdes a su hijo.
---- Son maravillosos esos dominicos españoles… ---- comentó desde lejos don José.
----Y, al final, ¿qué relación tienen esas tres advocaciones de la Virgen con la profecía de 1840? ---- preguntó Felipe.
----Es que la devoción a estas tres Virgenes en idioma castellano significa la salvación final de la nación filipina frente a los embates de sus enemigos. Esa es la relación….----concluyó Doña Adela.
----¿Qué es lo que, literalmente, dice la profecía de 1840, y quién lo dijo?---preguntó Lourdes.
----Pues que sesenta años después de 1840, se liquidará en estas islas la soberanía de España por virtud de una revolución anticatólica. Es decir, una revolución proyectada y organizada por la masonería internacional y las sectas protestantes. Pero aquella revolución se puso en alto por el pacto de Biacnabató. Si volvió a darse, fue por la directa intervención agresora de Estados Unidos, ---- explicó Doña Matilde que, para decir eso, se levantó de su silla y se puso a andar delante de los que le escuchaban.
----¡Esa parte del vaticinio ya se cumplió! España no más nos gobierna.---- señaló Doña Adela.
----Y después de esos mismos sesenta años nos invadirá una potencia Protestante… ----interpuso Doña Matilde.
---- ¡Protestante y masónica! ¡Hay que decir las dos cosas! El Protestantismo siempre viene acompañado por la Masonería que ahora tiene su sede en Charleston, Atlanta, Estados Unidos. ---- se levantó casi gritando Doña Adela.
---- Pero Uda, ¡no te pongas así! ---- le reprendió Doña María.
----¿Y por qué no? ¿Es que no sabes que la Masonería, combinada con el Judaismo, es la “religión” de los mandamases de Estados Unidos sin que muchas sectas Protestantes ni lo sepan…” Aunque bien debeis saber que no se puede descontar el hecho de que muchas otras sectas Protestantes están directa e indirectamente controladas por la misma Masonería. ---- explicó Doña Adela con aire de vieja maestra de escuela que va arrastrando la elegante saya de su traje de mestiza.
---- ¡Pues miren! Esa parte del mismo vaticinio también se ha cumplido. O, por lo menos, está empezando a cumplirse porque aquí ya tenemos a casi todas las sectas Protestantes de EE.UU. tratando de convertir a nuestras masas católicas a sus doctrinas o dogmas. ----dijo con aire de resignación Doña Matilde.
---- ¡Doctrinas y dogmas inútiles, hay que subrayar, porque la sociedad norteamericana es, en realidad, una sociedad pagana. Allí la prostitución, sopretexto de divorcio, es legal. ----añadió Doña Adela.
---- ¿Es que no recordais lo que dijo el Presidente MacKinley cuando decidió tomar estas Islas de España, y de nosotros, los mismo filipinos, como botín de guerra? ---- interrogó Doña María.
---- ¡Pues claro! ¡Que los muy desvergonzados dicen que vinieron para cristianizarnos y educarnos cuando todo lo que querían hacer era robarnos la reserva en oro y plata de nuestra República de Filipinas valorada en más de mil millones de dólares! ---- declamó indignada Doña Adela.
---- ¡Esa declaración MacKinleyniana es verdaderamente para indignarse! ¿Cristianizarnos? ¡Pero si ya éramos católicos cristianos mucho antes que ellos! ¿Civilizarnos? Pero si nuestras dos universidades, la de Santo Tomás de Manila y la de San Carlos de Cebú, son más antiguas que las dos o tres universidades que luego se fundaron en Estados Unidos! ¡Y la imprenta ya estaba en Filipinas mucho antes que en Estados Unidos! ¡En eso si que estoy bien indignada! ----Dijo Doña Matilde abanicándose rápidamente.
---- ¡Así quieren enseñar la historia a nuestros niños y adolescente en la escuela! ---- Dijo Doña Adela.
---- Y tras de esos sesenta años a partir de 1840 la Profecía que nos ocupa dice que, después de cuarenta años más, nos invadirá un país pagano… Declaró Doña María.
---- Pero, ¡si esa invasión ya se viene venir! Pues como ambos Inglaterra y los Estados Unidos están cerrándole al Japón la vía maritima por donde les llega el crudo que nutre sus industrias, ese país pagano es el Japón que nos invadirá porque estamos bajo la jurisdicción de los Estados Unidos. Por su avaricia, los mandamases masones y politicos sectarios de Estados Unidos nos traerán encima a los japoneses.---- concluyó Doña Matilde.
----“Y ese país pagano nos bañará de sangre en todos nuestros caminos y senderos”. Eso también dice esa profecía. Esto quiere sencillamente decir que el país Protestante que nos invadió en 1900 no podrá protegernos de la invasión del país pagano, el Japón, porque lo que van a hacer sus altos oficiales es escaparse de Filipinas y dejarnos solos ante los invasores japoneses. Así que nos tendremos que apañar con ellos por nuestra cuenta porque los del país Protestante son unos cobardes que huyen de la lucha de mano a mano o de cuerpo a cuerpo. ----peroró muy movidamente Doña Adela.
---- ¡Qué horror! ¡Pepito! ¿Qué piensas hacer? ---- interpuso Doña Rosa que poco antes tan solamente escuchaba todo lo que se decía.
Don José le miró a su señora y cabeceó como diciéndola que no se preocupe.
Felipe se pasó a sentar en la misma silla donde su madre natural, Doña Lourdes, estaba ubicada y le abrazó cariñosamente. Las dos hayas, aunque no hablasen español entendían perfectamente todo lo que se decía.
----Continúe tía Matilde. ----rogó Doña Lourdes.
----Pues bien. La guerra entre el país Protestante y el país Pagano será dura. Filipinas quedará terriblemente dañada física y moralmente. El país Pagano, derrotado por la ayuda decisiva de nuestros propios soldados filipinos, se marchará de Filipinas y volverá a gobernarnos el País Protestante. Pero, cuarenta y cinco años más después de la salida de aquí del País Pagano, subirá al poder un caudillo de origen chino cristiano cuyo apellido empieza con la letra M. Todos sus importantes actos y medidas gubernamentales se denominarán con palabras y términos que empiezan con la letra M. Hasta el nombre de su esposa empezará con la letra M. Residirán en un distrito de Manila cuyo nombre empieza con la letra M. Y el nombre de su residencia oficial será una palabra que también empieza con la letra M.
----¡Qué interesante! ¿Quién será ese caudillo indígena de origen chino cristiano? ---- preguntó Doña Lourdes.
---- Y después de veinte años más, veinte años bajo el caudillaje de ese caudillo indígena, aparecerá una mujer vestida de negro y salpidaca de sangre que vendrá a reclamar el caudillaje del país del mencionado caudillo indígena. Esta mujer fingirá ser una buena, una santa, una salvadora del pueblo cuando, en realidad, es una delegada del demonio y del mismo País Protestante que la utilizará para empobrecer y hundir más aun a nuestra nación. Se le recordará a esta mujer que acaudillará a este país por su desdén al idioma español que, siguiendo las ordenes del País Protestante, se verá suprimido en estas islas. Tras esta mujer del demonio, vendrán unos dos o tres caudillos nativos más hasta que vuelva a gobernarnos otra mujer más que, a pesar de ser vilificada por los partidarios de la delegada del demonio, resultará siendo una de las primeras salvadoras del alma filipina. Esta segunda mujer caudillo tratará de restaurarnos el suprimido idioma español para que el pueblo filipino no solamente vuelva a sus raíces culturales sino que, con el castellano, encuentre otros recursos de riqueza que solucionen los problemas principales de estas islas en lo económico y en lo cultural. ---- terminó Doña Matilde algo cansada por el esfuerzo de completar el vaticinio o la profecía de 1840.
Felipé quedó maravillado por lo que oyó de los labios de sus tías abuelas. Pensó en el anito Labao Dunggón, pues quizás éste le explique con más certeza el porvenir vaticinado.
---- Así que ya sabemos las dos primeras partes de esta profecía proferida por una monja clarisa en 1840. Y el Japón, por culpa de Estados Unidos, nos invadirá. Pero no ha de durar aquí por mucho tiempo, pues los Estados Unidos volverá a gobernarnos bajo condiciones dañinas como siempre. ¡Dios nos salve a Filipinas de esa supuesta liberación usense! ----murmuró Doña Adela antes de sentarse de nuevo en su silla escogida.
Apenas terminada aquella interesante sesión sobre la profecía de 1840 y los respectivos esposos de Doña Matilde y de Doña María, llegaron.

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